
Desde el 1 de mayo de 2004 Polonia es un estado miembro de la Unión Europea. La entrada de Polonia en la UE implica la libertad de movimiento de capitales y de inversiones desde otros estados miembros.
Polonia es, con mucha diferencia, el mayor país de los que se han integrado en la UE en esta última ampliación. Su población (casi 40 millones) suma casi lo mismo que los otros nueve países que se integraron el 1 de mayo de 2004. Su PIB por cápita es aproximadamente un 50% inferior al español. Estos dos factores implican que Polonia, por un efecto estadístico, va a ser el gran receptor de fondos estructurales y de cohesión en el nuevo período financiero 2007-2013 que aprobará en breve la Unión Europea. Muchos de estos fondos irán a parar a mejora de infraestructuras de transporte y también a la recuperación de los centros históricos de las principales ciudades polacas.
Hoy en día, en Varsovia, ya es posible observar como muchas empresas europeas van tomando posiciones para hacerse con una porción del apetecible mercado polaco. Muchas de estas empresas extranjeras están desplazando personal con lo que existe una necesidad creciente de alquiler de viviendas para un segmento de profesionales extranjeros de alto poder adquisitivo.
Mientras tanto, en España, el ciclo alcista de la vivienda va tocando a su fin. Las revalorizaciones de las viviendas se van reduciendo notablemente, al igual que las rentabilidades de los alquileres.
El mercado inmobiliario polaco ofrece excelentes perspectivas de revalorización y unas tasas de rentabilidad de los alquileres notablemente más elevadas que las españolas. Existen, a día de hoy, interesantes oportunidades en los centros históricos de las principales ciudades polacas: Varsovia, Cracovia, Gdansk, Poznan y Wroclaw.

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